
La oferta de vehículos de bajas emisiones ha crecido exponencialmente en los últimos años. Te contamos que tipos de híbridos existen para elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.
Los coches eléctricos han llegado para competir con los vehículos de combustión y ofrecen la ventaja de tener la etiqueta cero emisiones. Sin embargo, su elevado precio, a pesar de las ayudas, y la falta de infraestructura pública de recarga hacen que sus ventas en España sigan estando por debajo del resto de Europa.
Una opción intermedia por la que optan muchos clientes mientras esperan que el coche eléctrico se desarrolle más en nuestro país, son los coches híbridos. Así, muchos optan por coches híbridos de segunda mano, ya que permiten las mismas prestaciones a un coste mucho menor.
Existen varias hibridaciones según el tamaño de la batería, las emisiones y la distancia que el vehículo puede recorrer con energía eléctrica. Estos son los tipos de híbridos que existen:
Estos coches cuentan con un pequeño motor eléctrico que alcanza una potencia de hasta 48 voltios. Aunque ayuda a que el motor arranque cuando el coche está parado, la batería no ofrece tracción eléctrica. Lo que significa que este tipo de vehículos no tiene desplazamiento eléctrico.
La función principal de la batería es ofrecer auxilio a los diferentes sistemas eléctricos del coche, como el aire acondicionado, para que funcionen de manera más eficiente. Esto ayuda a que el vehículo emita menos que su versión puramente de combustión en el cómputo global de emisiones. De hecho, los coches de hibridación suave cuentan con la etiqueta ECO de la DGT.
Es el simplemente conocido como coche híbrido. Se trata de un vehículo que tiene una batería superior a la de los microhíbridos. A diferencia de estos, este tipo de vehículos sí tiene una batería que ofrece tracción eléctrica, por lo que el automóvil se mueve, en ocasiones, sin consumir combustible.
Este tipo de coche se recarga cuando el conductor reduce la velocidad o frena. Es una opción muy frecuente entre taxistas y conductores de VTC que están constantemente frenando y desacelerando en áreas urbanas, lo que les permite disminuir notablemente su consumo de combustible. Estos coches, al igual que los híbridos suaves, tienen una etiqueta ECO.
Los híbridos enchufables necesitan enchufarse para recargar la batería, aunque también se recargan al desacelerar y frenar. Es el paso anterior al vehículo eléctrico, ya que tiene una batería mucho más grande que la del híbrido y el mild hybrid. Además, ofrece varios kilómetros de autonomía. En concreto, un mínimo de 40 kilómetros en eléctrico. Los híbridos enchufables tienen la etiqueta cero de la DGT.
Estos coches son muy útiles para reducir las emisiones siempre que se utilicen en modo eléctrico, ya que al pesar más que los de combustión (tienen dos motores, de combustión y otro eléctrico), emiten más que los automóviles de un solo motor de combustión por el hecho de que estos últimos pesan menos.
Se trata de un tipo muy parecido al coche híbrido enchufable. A diferencia de este, el motor eléctrico de autonomía extendida predomina sobre el térmico, que tan solo entra en acción cuando la batería ha consumido su energía por completo. De esta manera utiliza el motor de combustión para extender su autonomía.
Comprar un coche híbrido tiene ventajas y desventajas. Es cierto que permite un consumo más eficiente y resulta más respetuoso con el medio ambiente. Además, cuenta con un par de motor inmediato, y recupera energía en las frenadas. Asimismo se puede instalar un pequeño motor de combustión sin someterlo a demasiada presión.
Merece la pena tener en cuenta que, considerando las restricciones existentes y venideras, los coches híbridos se benefician de la etiqueta ECO de la DGT.
Aunque adquirir un híbrido puede suponer un gasto mayor que su igual en diésel o gasolina, es más económico que uno 100% eléctrico. Si buscas un híbrido, conoce sus características para ver cuál se ajusta más a tus necesidades. Ahora tienes la oportunidad de visitar nuestro catálogo de coches híbridos de ocasión: